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La composición de la atmósfera primordial de la Tierra probablemente dificultó la generación de rayos, según sugiere un nuevo estudio. Esto puede haber aumentado el tiempo necesario para generar y acumular moléculas prebióticas importantes para la vida. En 1952, Stanley Miller y Harold Urey hicieron saltar chispas en un matraz lleno de gas destinado a reflejar la composición de la atmósfera terrestre hace unos 3.800 millones de años. Sus resultados sugirieron que los rayos podrían haber dado lugar a moléculas prebióticas necesarias para la evolución de la vida, como los aminoácidos. En ese mom…